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“La reciente reforma a la Ley de Amparo no es un cambio menor: es un ataque directo a los derechos de millones de personas a defenderse frente al abuso del poder. Morena y sus aliados impusieron, con su mayoría, una reforma regresiva”, advirtió Mario Vázquez, senador del PAN por Chihuahua.

El legislador señaló que el oficialismo, haciendo uso de su mayoría fraudulenta, arremetió con una reforma regresiva que:

-Impide a jueces y magistrados otorgar suspensiones con efectos generales, quedan indefensas comunidades completas frente a violaciones masivas.

-Limita severamente el uso de suspensiones individuales, que hasta hoy protegían a la ciudadanía de daños irreparables mientras un juez resolvía el fondo del asunto.

-Encarece y burocratiza el acceso a la justicia, se favorece a quienes más recursos tienen.

-Desprotege a los más vulnerables, especialmente a comunidades indígenas, colectivos ambientales y usuarios de servicios públicos.

-Elimina la protección para casos de interés difuso y legítimo, impidiendo que la ciudadanía defienda su entorno, su salud y su patrimonio común.

-Hizo retroactiva la aplicación de la ley, violando el artículo 14 constitucional y afectando derechos adquiridos.

“En México ninguna ley puede volverse retroactiva solo por decirlo en un transitorio. La Constitución lo prohíbe si afecta derechos adquiridos”. En este sentido retó a la Corte y cuestionó si ésta defenderá la Constitución o se someterá al poder. 

Vázquez recordó que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha llamado en múltiples ocasiones la atención al Estado mexicano por ignorar recomendaciones y sentencias. Con esta reforma, una vez más, México da la espalda a los estándares internacionales de Derechos Humanos y coloca al país en una ruta peligrosa de autoritarismo legal.

“El gobierno miente cuando afirma que los ciudadanos abusan del amparo. La realidad es que esta reforma lo convierte en un privilegio para unos cuantos, y deja sin defensa a la mayoría”, afirmó y enfatizó que el juicio de amparo se creó como escudo del ciudadano frente al poder, no como herramienta para que el poder decida a quién proteger y a quién ignorar.

Vázquez explicó que en México existen tres formas de interés que permiten a una persona acudir al amparo:

-Interés jurídico: cuando un derecho reconocido por la ley se ve violado. Ejemplo: clausura ilegal de un negocio o invasión de propiedad.

-Interés legítimo: cuando alguien sufre un daño real, aunque su derecho no esté expresamente escrito. Ejemplo: una fábrica que contamina una colonia.

-Interés difuso: cuando el daño afecta a toda la comunidad. Ejemplo: tala de bosques, contaminación de ríos o aumentos injustificados en tarifas.

“Hasta ahora, el amparo protegía esas tres formas de interés. Gracias a eso, colectivos vecinales, comunidades indígenas, organizaciones ambientales y consumidores pudieron frenar abusos. Con esta reforma, todo eso queda en entredicho”, advirtió.

“Esta reforma erosiona derechos fundamentales, desprotege a las familias y debilita el escudo más importante que tenemos frente a la arbitrariedad: el juicio de amparo. No es un punto más en la agenda legislativa. Es un golpe al corazón de nuestras garantías individuales. Y aunque la mayoría lo haya aprobado, eso no lo hace justo ni legítimo. Hoy, más que nunca, toca alzar la voz y defender lo que es de todos”, finalizó. 

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