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Buenos Aires. El contrabando de mercancías por los puertos de Argentina con escasos controles aduanales aumentó 40 por ciento durante el gobierno de Javier Milei, lo cual genera gran preocupación entre los empresarios.


Un comunicado de la Unión Industrial Argentina (UIA) alerta que el ingreso ilícito de ropa, calzado, cigarrillos electrónicos y cerveza, captó el 40 por ciento del mercado del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).


Refirió que también pasan productos de electrónica como los celulares de baja y media gama, mientras los industriales culpan al relajamiento deliberado de controles, y mencionan entre los responsables al asesor presidencial Santiago Caputo y a Leonardo Scatturice, un empresario argentino implicado en un caso de complicidad de la Aduana en un contrabando millonario.


Un informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) alerta que no funcionan las cámaras de vigilancia en depósitos, hay sospechas de sobornos y se infiere la influencia de Santiago Caputo y Leonardo Scatturice.


La UIA reclamó que este problema genera un aumento en la informalidad, resulta un riesgo para los consumidores y socava el mercado a quienes pagan impuestos.


Competencia desleal


El riesgo al que se refiere el gremio empresarial es que los productos contrabandeados no necesariamente cumplen las normas de seguridad y sanidad que se exigen a los importados legalmente.


“Los representantes de las cámaras de indumentaria, textil y calzado manifestaron la preocupación sobre la competencia desleal que plantea la venta on line de productos desde plataformas sin ningún tipo de pago de impuestos, y el vacío legal en su control”, planteó la UIA en su comunicado.


Sus socios no sólo señalan a las plataformas chinas Shein y Temu, sino también al comercio electrónico por redes sociales de ropa y todo tipo de calzado, productos que atraviesan una porosa frontera desde Bolivia, Paraguay y Brasil sobre la que hay gran descontrol, se quejan los industriales argentinos.


Tanto la Cámara de Tabaco como la Cámara de la Industria Cervecera expresaron molestia; la primera, porque los cigarros electrónicos están prohibidos en el país y sin embargo casi millón y medio de adultos los usan y entran de manera ilegal.


Los cerveceros plantearon que el 40 por ciento de la mercadería que inspeccionaron en puntos de venta en el AMBA no tenía un origen legal y advirtieron sobre el efecto que genera la ley aduanera actual en la vuelta de los productos confiscados al mercado a través de subastas dispuestas por la propia Aduana, sin los debidos controles sanitarios y a precios viles, enfatizó la UIA.


Relajación de normas


La asesora jurídica y directora de los departamentos técnicos de la UIA, Agustina Briner, instó a reforzar los controles aduanales y se revise la normativa vigente, la cual fue modificada por el gobierno libertario para acotar la vigilancia de productos importados en general.


La flexibilidad aduanal que impuso el ejecutivo, sumado a un tipo de cambio favorable para los mercaderes estimularon las importaciones, incluidas aquellas de contrabando, que no pagan aranceles ni son revisados para ver si entran como dumping (precios por debajo del costo, que son considerados competencia desleal) y sin chequeo de las normas de seguridad y salubridad.


Por esa vía, entran al país alimentos, bebidas, ropa, aparatos electrónicos, celulares, productos de higiene, calzados, cigarrillos, llaves para grifos, caños de acero”, enumeró Briner.

PRENSA LATINA

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