Chihuahua, México.— El debate sobre la inminente reforma electoral en México no debe centrarse en la posibilidad de eliminar los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) para trasladar sus funciones a un Instituto Nacional Electoral y de Consultas (INEGI), como se ha planteado, dijo hoy el consejero del Instituto Electoral de Chihuahua (IEE), Ricardo Centeno Fernández al argumentar que el verdadero desafío nacional no es la eficiencia administrativa o el supuesto ahorro económico que la centralización podría generar, sino la necesidad de avanzar de una democracia meramente electoral o representativa hacia una democracia plenamente participativa.
El consejero explicó que en un modelo representativo la ciudadanía se limita a ejercer el voto cada cierto tiempo, mientras que en una democracia participativa la población se involucra de manera cotidiana, organizada, y corresponsable en la toma de decisiones públicas. Según Centeno Fernández, este es el paso fundamental que México debe dar para fortalecer su sistema democrático. En este contexto, los OPLE no representan un obstáculo, sino que son actores fundamentales para impulsar este cambio cultural y político desde el ámbito local.
La propuesta de centralizar todas las funciones electorales en un solo órgano nacional fue calificada por el consejero como una idea que contradice el principio republicano del federalismo y debilita el tejido democrático local. Centeno Fernández recordó que México es una nación pluricultural compuesta por 32 realidades sociales, económicas y geográficas distintas, y los OPLE fueron creados precisamente para atender esta diversidad, fomentando el diálogo entre la ciudadanía y las autoridades estatales y municipales. De este modo, sustituirlos por una estructura centralizada significaría perder cercanía, sensibilidad institucional y conocimiento del contexto local.
Además, el consejero desechó el argumento económico, señalando que el costo de debilitar la confianza ciudadana y romper los vínculos comunitarios que sostienen la democracia participativa es mucho mayor que cualquier ahorro. La democracia no puede medirse solo en términos económicos, sino que su valor reside en la construcción de ciudadanía, confianza y colaboración social.
Como ejemplo de la labor que los OPLE impulsan, Centeno Fernández destacó que en Chihuahua existe desde 2018 una Ley de Participación Ciudadana que reconoce instrumentos como el referéndum, el plebiscito y el presupuesto participativo. Este trabajo requiere de instituciones locales que promuevan y acompañen a la ciudadanía, siendo los OPLE un actor esencial para este fin. Por ello, el centro de la reforma electoral debiera ser una política pública de Estado orientada a la construcción de ciudadanía, con una inversión permanente de recursos articulados desde el ámbito municipal y coordinados por los OPLE a nivel estatal.
El consejero mencionó la estrategia desarrollada por el IEE Chihuahua, denominada "Por una nueva generación de demócratas influyentes", que se estructura en tres ejes: Sentando Civismo para la niñez y adolescencia; Cultivando Participación para las juventudes; y Cosechando Democracia para la ciudadanía en general. Esta estrategia muestra que la formación cívica debe ser una política pública permanente y no un programa temporal.
En conclusión, Centeno Fernández reiteró que la idea de que un nuevo INE absorba las funciones locales no solo contradice el pacto federal, sino que limita la democracia y su cercanía con la ciudadanía. Una reforma electoral verdaderamente democrática no debe concentrar poder, sino distribuirlo, ni debilitar lo local, sino fortalecerlo. El progreso de México, finalizó, no depende de cuántos órganos administran las elecciones, sino de la capacidad de formar ciudadanas y ciudadanos conscientes, activos y solidarios. Por tanto, los OPLE son el espacio natural para esta tarea, funcionando como laboratorios de ciudadanía, escuelas de democracia y puentes entre el Estado y la sociedad.

Hola, déjenos un comentario