Gestos, sonidos sugestivos, silbidos, comentarios obscenos son el día a día para muchas mujeres en todo el mundo. En algunos países europeos, este comportamiento puede acarrear una multa o incluso una sentencia de cárcel.
Pero en Alemania, el acoso sexual verbal en público no está penalizado por la legislación sobre delitos sexuales aprobada en 2016, que sí penalizó por primera vez los actos sexualizados no consensuados, como el manoseo.
Y los jueces no suelen interpretar esto como delito por las leyes del país al respecto. En el derecho alemán, las injurias están penadas por el artículo 185 del Código Penal (StGB), que protege el honor de una persona. Consisten en la expresión intencional de desprecio o menosprecio que puede resultar en una multa o condena de prisión de hasta un año.
Los casos más graves de acoso verbal pueden ser penalizados
Los socialdemócratas de centroizquierda creen que hay una laguna legal que debe subsanarse con urgencia. "El acoso sexual verbal y no verbal que es claramente no deseado, de naturaleza sustancial y dirigido merece ser penado por ley", dijo a DW la política Sonja Eichwede, del SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania).
Eichwede dice que es un problema generalizado que afecta a las mujeres jóvenes en particular y tiene un impacto considerable. "Este tipo de acoso intimida masivamente a las víctimas y a menudo las lleva a retirarse de los espacios públicos. El lenguaje y el comportamiento son una forma de violencia aquí", afirma.
Los socialdemócratas dicen que el término en inglés catcalling para referirse a este piropeo indeseado, que se usa ampliamente en el debate alemán, trivializa el fenómeno, que afecta la seguridad de las mujeres en las calles. El término se puede usar para describir una variedad de comportamientos, desde silbidos hasta insinuaciones de mal gusto.
La ministra de Justicia, Stefanie Hubig (SPD), ha dicho que su ministerio está examinando actualmente las opciones legales.
Los conservadores del canciller Friedrich Merz (de la cristianodemócrata CDU) dicen que examinarán cualquier plan concreto de reforma que se presente por parte de sus socios de gobierno. Susanne Hierl, portavoz legal del grupo parlamentario conservador, dijo a la revista alemana de noticias Spiegel que era vergonzoso la frecuencia con la que las mujeres se convertían en víctimas de comportamientos irrespetuosos e hirientes de este tipo. Sin embargo, la rama bávara del partido, la CSU, no considera que una legislación adicional sea la forma de frenar el acoso sexual verbal.
La generación Z impulsa el tema en la agenda nacional
No es la primera vez que los socialdemócratas abogan por un cambio en la ley. En 2023, los socios de coalición del SPD en el gobierno de centroizquierda, Los Verdes y los liberales del FDP se opusieron a la medida, criticándola como poco práctica y "populista". Y una iniciativa del SPD a nivel estatal no logró encontrar una mayoría en la cámara alta del país, el Bundesrat, a principios de 2025.
Las jóvenes pusieron el foco en el tema en 2019 en todo el país. Inspirada en un precedente de Nueva York, una plataforma llamada Catcalls of Berlin alentaba a las mujeres y a los grupos minoritarios a documentar los casos de acoso callejero escribiendo con tiza las frases en las aceras donde ocurrieron los incidentes para crear conciencia sobre el tema.
Un año después, Antonia Quell, una estudiante de 20 años, presentó una petición con más de 70.000 firmas al Bundestag, la cámara baja, para pedir la criminalización del acoso sexual verbal.
Se llevaron también a cabo estudios exploratorios por parte de estudiantes en un intento por medir la escala del problema y su impacto. Alrededor de 40 % de las aproximadamente 3.000 encuestadas dijeron que evitaban ciertos lugares debido a los piropos indeseados, y 8 % admitió haber cambiado su forma de vestir debido a ellos en una encuesta en línea de 2021 realizada por el Instituto de Investigación Criminológica de Baja Sajonia (KFN). Pero todavía faltan encuestas oficiales representativas sobre el acoso verbal a las mujeres en los espacios públicos.
¿Es la legislación la forma de abordar el problema?
Mohamad El-Ghazi, profesor de Derecho Penal en la Universidad de Tréveris, dijo que deseaba que nadie tuviera que "soportar comentarios tan repugnantes". "El derecho penal debe ser el último recurso, no el primero", agregó en entrevista con DW. También aboga por lo que considera una mejor manera de abordar el problema: crear conciencia sobre estos comportamientos inapropiados en los hogar y las escuelas.
La asociación alemana de abogadas DJB (Deutscher Juristinnenbund)) cree que el problema puede abordarse en parte cambiando la interpretación de las leyes alemanas existentes sobre injurias "para que las formas de acoso sexual verbal que degradan a una persona como un objeto sexual se entiendan como una expresión de desprecio o falta de respeto hacia esa persona".
El-Ghazi reconoce que los principales jueces del país han definido de manera muy estricta el delito de insulto cuando se trata de comentarios sexistas hasta ahora. "El argumento ha sido que las declaraciones con connotaciones sexuales no expresan falta de respeto por el individuo", observa.
En 2017, la Corte Suprema de Alemania anuló un caso contra un hombre de 65 años que le dijo a una niña de 11 años que lo acompañara porque quería "tocarle la vagina", ya que dictaminó que el comentario no contravenía las leyes alemanas de desacato ni constituía abuso sexual infantil.
Y, sin embargo, llamar a alguien "estúpido imbécil", "idiota", por ejemplo, o indicarle a alguien que crees que está loco golpeándote la sien con el dedo o mostrarle el dedo del medio a alguien podría hacer que te multen en Alemania bajo esas leyes.
El profesor de derecho estadounidense James Whitman dice que para que algo cuente como un insulto en Alemania debe tener la intención de ser insultante. "Insinuarse así a una mujer puede ser, y sorprendentemente ha sido, interpretado como una señal de respeto por su atractivo", explica el experto legal, se ha leído como una intención de elogiar en lugar de ofender.
El profesor de Derecho Comparado y Extranjero de la Universidad de Yale dijo a DW que la ley alemana de insultos había surgido de una tradición preocupada por la protección del honor personal, con sus raíces en la ley de duelos. Ese "honor" era genéricamente masculino.
Leyes de acoso callejero en otros países europeos
Bélgica fue el primer país de la Unión Europea (UE) en prohibir el sexismo en espacios públicos. La ley se introdujo en 2014 y define el sexismo como comentarios o acciones que sugieren inferioridad basada en el género, reducen a "alguien a su dimensión sexual" o tienen la intención de "expresar desprecio".
Portugal tipificó como delito el abuso sexual verbal en 2016 y los crímenes conllevan una multa o una pena de prisión de hasta un año. Una ley similar se introdujo en Francia dos años después. Más recientemente, España y Países Bajos siguieron el ejemplo.
En Reino Unido, se aprobó una ley en 2023 para detener el acoso en público de este tipo, pero aún no ha entrado en vigor. Ese instrumento tipifica como delito el acoso por motivos del sexo de una persona, incluidas las miradas o preguntas intrusivas o persistentes, el seguimiento de alguien, los comentarios, proposiciones o gestos sexuales u obscenos y el contacto físico no consentido.
Sonja Eichwede confía en que el SPD logrará aprobar una ley contra el acoso sexual verbal esta vez. El Ministerio de Justicia alemán puede aprovechar la experiencia del resto de los países europeos a la hora de redactar su proyecto de ley.
DW NEWS
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