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Por primera vez, un análisis científico ha vinculado directamente las emisiones de carbono de las principales compañías de combustibles fósiles con decenas de olas de calor mortales en todo el mundo. Este hallazgo no solo evidencia la magnitud del daño ambiental, sino que también abre la puerta a posibles demandas legales de gran escala contra las corporaciones responsables.

Las implicaciones para la responsabilidad social corporativa son enormes. Las empresas ya no pueden alegar ignorancia sobre los efectos de sus emisiones: la investigación muestra que sus decisiones estratégicas han contribuido a la pérdida de vidas humanas, la destrucción de cultivos y la afectación de comunidades enteras.


Empresas provocan olas de calor: un vínculo científico contundente

De acuerdo con The Guardian, el estudio reveló que las emisiones de cualquiera de las 14 compañías de combustibles fósiles más grandes fueron suficientes para desencadenar más de 50 olas de calor que, de otro modo, habrían sido prácticamente imposibles. Cada ola de calor representa un evento extremo que afecta a millones de personas, y ahora puede atribuirse con precisión a las emisiones de estas corporaciones.

Para este análisis, los investigadores aplicaron un enfoque de atribución de emisiones corporativas único. A diferencia de estudios anteriores centrados en países o individuos, se asignaron a cada empresa las emisiones asociadas con la cadena de valor completa de sus productos, siguiendo normas de contabilidad y presentación de informes reconocidas internacionalmente. Esto permitió generar un conjunto de datos con emisiones de CO₂ y CH₄ de 180 empresas principales desde 1854 hasta 2023, cubriendo el 57 % de las emisiones antropogénicas acumuladas.

ExxonMobil y Saudi Aramco, por ejemplo, vieron cómo sus emisiones aumentaron la probabilidad de olas de calor hasta 10.000 veces respecto a un escenario sin calefacción global. Este nivel de precisión es un avance sin precedentes en la investigación climática, y fortalece los argumentos legales contra estas empresas.


Impacto humano y social de las olas de calor

El calentamiento global ya cobra la vida de al menos 500.000 personas cada año debido a olas de calor extremas. Eventos recientes, como la ola de calor del noroeste del Pacífico en 2021, que elevó la temperatura casi 3 °C, ilustran la urgencia del problema. Las comunidades más vulnerables sufren los efectos de manera desproporcionada, desde pérdidas agrícolas hasta colapsos de infraestructura y salud pública.

La investigación también destacó que las emisiones totales de las 180 grandes empresas de carbono fueron responsables de aproximadamente la mitad del aumento en intensidad de las olas de calor. Entre estas empresas, las 14 más grandes de carbón, petróleo y cemento representan alrededor del 30 % de las emisiones acumuladas, lo que equivale prácticamente al aporte combinado de las otras 166 grandes compañías de carbono.

Este enfoque científico, basado en la descomposición de la cadena de valor, permite entender con claridad qué actores corporativos contribuyen de manera más significativa a los eventos extremos, generando un marco para la rendición de cuentas.


Riesgo legal para los grandes emisores

Los hallazgos de este estudio podrían convertirse en la base de futuras demandas climáticas. Tribunales internacionales, como la Corte Internacional de Justicia, han establecido precedentes que podrían obligar a empresas a pagar indemnizaciones por daños climáticos.

Expertos legales consideran que ahora existe evidencia científica suficiente para vincular decisiones corporativas específicas con desastres climáticos concretos. Esto significa que los consejos de administración podrían enfrentar responsabilidad directa por muertes y pérdidas económicas.

La campaña “Que los Contaminadores Paguen” ha declarado que ahora es posible señalar olas de calor específicas y atribuirlas a empresas concretas. Este nivel de detalle transforma la discusión sobre responsabilidad social de una teoría a una cuestión práctica y judicial.


De la investigación a la acción corporativa

El estudio publicado en la revista Nature aporta claridad sobre el papel de cada empresa emisora. Antes, los debates sobre el cambio climático se centraban en responsabilidades colectivas y generales, pero ahora se puede medir con precisión la contribución individual de cada compañía a olas de calor específicas.

Además, se reveló que las emisiones de combustibles fósiles y cemento de estas empresas representan el 75 % de las emisiones acumuladas de CO₂ durante el período 1850-2023. Esto demuestra la magnitud del impacto histórico y la responsabilidad acumulada que tienen estas corporaciones sobre el clima global.

El Dr. Davide Faranda, investigador independiente, señala que este “puente” entre eventos climáticos y responsables corporativos podría ser la piedra angular de futuras políticas y regulaciones. Para las empresas, esto implica la necesidad de replantear modelos de negocio y estrategias de reducción de emisiones.


Desafíos y barreras legales

A pesar de la evidencia, aún existen obstáculos legales importantes. Debates sobre jurisdicción, la responsabilidad por emisiones de terceros y la consideración de campañas de desinformación corporativa complican los procesos judiciales.

Investigadores como Michael Gerrard y Jessica Wentz advierten que la ruta hacia la responsabilidad plena de las empresas de carbono está llena de baches jurídicos y probatorios. Esto exige colaboración entre científicos, abogados y organismos internacionales para que las acciones legales sean efectivas.

No obstante, el avance en la investigación representa un nuevo hito. La ciencia ha dado a los tribunales lo que necesitaban: datos precisos, análisis detallados y un vínculo directo entre emisiones corporativas y olas de calor mortales.


Transparencia y ética en la industria de combustibles fósiles

Las empresas de combustibles fósiles han sabido desde la década de 1980 que sus emisiones contribuirían al calentamiento global. Sin embargo, muchas buscaron ganancias a través de campañas de desinformación y cabildeo, retrasando medidas efectivas de mitigación.

Este comportamiento ha sido cuestionado por la comunidad científica y activistas de RSE, que exigen responsabilidad y reparación por los daños causados. La credibilidad corporativa depende ahora de asumir un rol activo en la lucha contra el cambio climático.

Adoptar prácticas sostenibles, transparentes y responsables no solo protege la reputación de las empresas, sino que también contribuye a reducir el riesgo de futuras demandas y protege a las comunidades afectadas por las olas de calor

La evidencia es clara: empresas provocan olas de calor que afectan a millones de personas, y su responsabilidad no es solo ética, sino también legal. El desafío ahora es transformar estos hallazgos científicos en acciones concretas que promuevan justicia climática y responsabilidad corporativa.

Esta investigación marca un punto de inflexión. Ya no se trata solo de medir huellas de carbono, sino de asumir consecuencias, implementar políticas efectivas y garantizar que la sostenibilidad y la ética sean el núcleo de cada decisión corporativa.

ExpokNews

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