Ciudad de México.- A escala global sólo una quinta parte de quienes presentan hipertensión la tiene controlada con medicamentos o actuando sobre los riesgos de salud modificables, establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su segundo Informe mundial sobre la hipertensión arterial, publicado hoy 23 de septiembre.
En el análisis refiere que en 2024 había mil 400 millones de personas con hipertensión arterial y que solo en el 28 por ciento de los países de ingreso bajo están disponibles de forma generalizada en farmacias o establecimientos de atención primaria los medicamentos recomendados por la OMS contra la hipertensión.
En el nuevo informe -publicado con motivo del octogésimo periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se indica que la hipertensión arterial es una de las principales causas de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, nefropatía crónica y demencia.
“Se puede prevenir y tratar, pero sin medidas urgentes, millones de personas seguirán muriendo prematuramente y los países se enfrentarán a crecientes pérdidas económicas”.
Refiere que se ha calculado que de 2011 a 2025, las enfermedades cardiovasculares -entre ellas la hipertensión-supondrán para los países de ingreso bajo y mediano un costo de aproximadamente 2.7 billones de dólares, lo que equivale en torno al 2 por ciento de su PIB combinado.
“Cada hora, más de mil personas pierden la vida por accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio debidos a la hipertensión arterial, aunque la mayoría de esas muertes pueden prevenirse”.
Los países tienen medios para cambiar el relato. Con voluntad política, las inversiones en curso y reformas para integrar el control de la hipertensión en los servicios de salud, podemos salvar millones de vidas y garantizar la cobertura universal de salud para todas las personas, advierte el organismo.
La hipertensión arterial no controlada cercena la vida de más de 10 millones de personas cada año, pese a poder prevenirse y tratarse. Los países que integran la atención para la hipertensión en la cobertura universal de salud y la atención primaria están logrando verdaderos avances, pero demasiados países de ingreso bajo y mediano siguen quedando rezagados», de acuerdo a la doctora. Kelly Henning, que dirige el Programa de Salud Pública de Bloomberg Philanthropies. Por ello es crucial poner en marcha políticas sólidas que sensibilicen a la población y amplíen el acceso al tratamiento para reducir las enfermedades cardiovasculares y las muertes prevenibles.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) hizo un llamado urgente a intensificar el control de la hipertensión en las Américas.
El director de la OPS, el doctor Jarbas Barbosa, expuso que el informe confirma lo que ya se sabe: “la hipertensión sigue siendo la amenaza para la salud más letal, pero también la más manejable”.
Barbosa indicó que detrás de estas cifras hay millones de accidentes cerebrovasculares, infartos, insuficiencia renal, demencia, discapacidades y muertes prematuras que podrían evitarse.
La Jornada
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