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Buenos Aires. La pintura antigua Retrato de una dama, del artista italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), que supuestamente habría sido robada por el régimen nazi en la década de 1940, fue localizada en unas fotos publicadas por una inmobiliaria en Argentina. 


El cuadro, que perteneció al coleccionista judío neerlandés Jacques Goudstikker, fue identificado por el diario neerlandés AD a través de una fotografía tomada en una casa en venta en Mar del Plata, ciudad balnearia ubicada a 400 kilómetros al sur de la capital argentina. 


La foto de la sala de estar, publicada en el aviso de venta de la casa por la inmobiliaria Robles Casas & Campos, mostraba la que parece ser la pintura robada colgada arriba de un sofá verde. 


La propiedad está vinculada a la familia de Friedrich Kadgien, un ex oficial conocido en su época como el “mago de las finanzas” de las SS, e identificado como un estrecho colaborador de Hermann Göring, alto mando del Tercer Reich. 


No está claro cómo Kadgien se hizo de la pintura, sin embargo, hay registros de que, tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, escapó primero a Suiza y luego a Argentina, donde permaneció impune y falleció en 1978.


Tras el hallazgo, el fiscal federal del país sudamericano, Carlos Martínez, solicitó una orden de allanamiento a dicha residencia el martes, “aunque el lienzo de Ghislandi ya no estaba”, sin embargo, Martínez confirmó a la agencia Ap que los agentes policiales recuperaron “otros elementos que podrían servir para la investigación, como armas, algunos grabados, estampas y reproducciones de época”. La búsqueda de la obra continúa de la mano de Interpol y la policía federal argentina. 


Aunque Patricia Kadgien, heredera de la propiedad, no ha sido acusada formalmente, su abogado Carlos Murias informó al diario La Capital de Mar del Plata, que ella y su marido tienen previsto quedar a disposición de la justicia. De confirmarse su complicidad, serían procesados por encubrimiento de contrabando. 


En tanto, los herederos de Jacques Goudstikker están determinados a recuperar el cuadro, el cual figura en una lista internacional de obras de arte desaparecidas: “La búsqueda de las obras de arte de mi suegro comenzó a finales de 1990 y no la he abandonado hasta el día de hoy”, dijo su nuera Marei von Saher, de 81 años. 


Tras el fallecimiento del galerista neerlandés, sus herederos se vieron forzados a vender las obras a los nazis por un precio muy por debajo del valor de mercado. 


Este caso es un nuevo capítulo en la historia de la huida de nazis a Sudamérica en la década de 1950, donde encontraron refugio con la complicidad de los gobiernos locales que les permitieron radicarse y continuar con sus vidas sin rendir cuentas por sus crímenes de guerra. 


Con información de Ap, Afp y Reuters

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