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Chalco, Mex. “Dejemos al menos flores. Dejemos al menos cantos. Dejemos al menos maíz e historia en esta tierra !Escúchame!” Frase poderosa con la que cierra el cortometraje “Tierra de Humanos”, uno de los seis audiovisuales exhibidos en la Función Especial de Cine Comunitario, a cargo de los alumnos del reconocido cineasta Juan Carlos Rulfo, profesor de la Escuela de Cine Comunitario y de Fotografía Pohualizcalli.


En conjunto con la Escuela de Campo Unión Productora de Atlazalpan, los cortos se presentaron en la Biblioteca de San Pablo Atlazalpan, donde la temática principal es advertir el riesgo de desaparición del campo, acechado por mancha urbana.


El propio cineasta Juan Carlos Rulfo, acompañó a sus discípulos a quienes enseña a contar sus propias historias.


Historias, que giran en torno a la defensa de la tierra y a mismo tiempo a la recuperación y fortalecimiento de las tradiciones como es la siembra agroecológica del maíz chalqueño, alimento endémico y milenario, el cual da identidad y cultura a esta localidad.


El cuatro veces ganador del Ariel, habló de la importancia de que los estudiantes cuenten sus vivencias. En este caso, cómo la mancha urbana está arrasando con las tierras de cultivo.


“Unir fuerzas para que los productores encuentren maneras de producción diferentes, mucho más ecológicas; pero que, al mismo tiempo, (los campesinos) tratan de emocionar a la población y regresen al campo, en un lugar donde la ciudad se está comiendo al campo en todos los sentidos”.


“En la escuela de cine, encontramos cómo podemos usar la cultura, el arte y el audiovisual, como una manera de defensa y de lucha para poder presentar a la gente estos trabajos (cinematográficos) en defensa de su territorio”.


Advirtió que en México, a través del tiempo se mantienen las mismas luchas agrarias.


“Mi padre (el escritor Juan Rulfo) es de lo que hablaba todo el tiempo, este problema de los usos del poder malentendidos para poder quedarse con las cosas, con la tierra. Generar riqueza, con la explotación y el uso de la tierra”.


De ahí la importancia de generar arte porque “la generación de arte en la historia del universo, es regresar a la gente, a través del alma y el espíritu, la conciencia de dónde está”.


Julio García de Jesús, campesino y estudiante del curso “En Busca de la Imagen” que dirige el maestro Juan Carlos Rulfo, consideró que los cortometrajes cuentan la problemática del campo en su comunidad.


“Todo lo que está implicando con esta situación que estamos viviendo en el campo, tanto la escasez de mano de obra, como la presión que tenemos por parte de la mancha urbana”.


Por su parte, Jesús Villaseca Chávez, director de Pohualizcalli, sostuvo que el propósito es plantear un cine con compromiso social “donde nos veamos reflejados en la pantalla”.


En Pohua, sostuvo, se están creando vínculos con las comunidades, donde la gente sea la protagonista y organicen sus festivales de cine, “para contar nuestras propias historias”.


A lo largo de hora y media, se presentaron los cortometrajes: Receta para preparar una tortilla de Karina Flores; Piedra, papel o tijera de Axel Palomares; Ojos Brujos, de Sabina Varela; De la ciudad al campo, del campo a lo sobrenatural, de Jesús Gómez; Tierra de Humanos de Regina Gibrán; y Corazón de Maíz, un detrás de cámaras, de Libertad Ramírez.


Al final se llevó a cabo el Conservatorio “La importancia del maíz nativo en Atlazalpan, territorio, seguridad y soberanía”, donde la charla se prolongó por otras dos horas, donde profesores de la escuela de cine y foto, así como los alumnos, interactuaron con los nativos de esta comunidad chalquense.


A la Función Especial de Cine Comunitario, asistió la directora de cine Valentina Leduc, ganadora de cuatro Arieles, dos por cortometraje y dos por edición.

LA JORNADA

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