Chihuahua, Chih. – Operadores del servicio de emergencias 911 en el estado de Chihuahua, adscritos al Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo de la Fiscalía General del Estado, denunciaron de forma anónima condiciones laborales que consideran insostenibles y actos de represalia por parte de sus superiores.
De acuerdo con el testimonio recibido por este medio, los trabajadores fueron notificados de un cambio abrupto en sus turnos laborales, pasando a jornadas nocturnas de 12 horas con apenas dos días de aviso.
Esta decisión, aseguran, fue tomada por el jefe del departamento Jorge Arturo Muro de la Rosa, quien habría expresado que no le importaban las situaciones personales de los empleados, como ser padres solteros, tener un segundo empleo o estar estudiando.
“Muchas compañeras son mamás solteras, y tuvieron que buscar quién cuidara a sus hijos en apenas 48 horas. Todo sin consulta, sin compensación económica, y bajo la amenaza constante de represalias”, señalaron los operadores.
El argumento del cambio sería la creciente cantidad de llamadas "abandonadas", es decir, aquellas que no son atendidas. Sin embargo, los operadores afirman que el problema de fondo es la falta de personal ya que apenas 15 trabajadores atienden diariamente más de mil reportes de emergencias, que incluyen intentos de suicidio, homicidios, riñas, y casos de violencia doméstica o médica grave.
“La atención a la población se está viendo afectada porque el personal está agotado. La alimentación es deficiente, los descansos casi nulos y el estrés es altísimo. Esto es insostenible”, agregaron.
Por si todo esto no fuera suficiente dijeron que "no solo atendemos la ciudad de Chihuahua los 15 operadores que somos, sino que también los municipios de Aquiles Serdán, Gómez Farías, Madera, Bachíniva, Matachí, Aldama, Santa Isabel, Namiquipa, Satevó, Temósachi, Guerrero, Moris, Nonoava, San Francisco de Borja, Urique. Uruachi, Ocampo, Huejotitán, Maguaruchi, Morelos y Rosario".
Los trabajadores también señalaron que, pese a que el estado presume contar con la certificación CALEA, que establece estándares internacionales para centros de emergencia, esta no se cumple, ya que una de sus directrices indica que los operadores no deben laborar más de ocho horas por salud mental y eficiencia operativa.
Además, en esta primera semana de cambios, aseguran, ni siquiera se les proporcionó comida durante la jornada, algo que anteriormente se les garantizaba “nos habían dicho que no volveríamos a trabajar jornadas de 12 horas por el alto nivel de estrés. Pero no solo se olvidaron de eso, sino que ahora tememos represalias si decimos algo, como que nos manden a pruebas de polígrafo solo para justificar un despido".
Finalmente, hicieron un llamado a las autoridades superiores del estado para que se investigue la situación, ya que también señalan que el director general del sistema 911 en Chihuahua despacha desde Ciudad Juárez y no se presenta en las instalaciones del C7 en la capital del estado, lo que agrava la desconexión con la realidad operativa.
“Solo queremos que se nos trate con dignidad, que se respete nuestra salud mental y que no se tomen decisiones arbitrarias que ponen en riesgo tanto a nosotros como a la ciudadanía que atendemos”, concluyeron.
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